Consejos prácticos para mejorar nuestras fotografías

Vivimos en un momento histórico en que es difícil encontrar a una sola persona que no tenga una cámara de fotos. Recortar trozo de realidad ha pasado en pocos años de ser algo casi mágico, al alcance de muy pocos, a ser en la actualidad una cuestión más bien mundana. La tecnología ha avanzado tanto que no solo el captar la imagen es sencillo, sino también reproducida y difundirla a través de redes sociales y de medios digitales. Los megapixeles se han puesto de moda y la creencia general es que todo queda “perfectamente” registrado con solo hacer clic. Pero amigos y amigas efectivamente la tecnología nos facilita mucho el trabajo, pero los conocimientos también hacen falta. No deja de ser curioso que a pesar de que todos poseemos una cámara de fotos, muy pocos tienen los conocimientos imprescindibles para sacarle el mayor rendimiento.

Una cámara compacta funciona muy bien con unas condiciones de luz óptimas, pero que pasa cuando no es así. ¿Pero qué le pasa a esta cámara? Suele ser la frase más socorrida. Nócomún les ofrece los siguientes consejos para dejar de culpar a las máquinas y volver al comienzo: la manipulación humana.

Nueve pasos a considerar al manipular una cámara

CALIDAD. Utilizar la cámara en la máxima calidad que posea, para poder manipular la imagen con posterioridad, aunque cuanto mejor se capte la imagen menos necesidad habrá de manipulación. En formato RAW en las profesionales y el  L en las semiprofesionales o compactas (equivalente a JPG grande). Para un buen fotógrafo debería ser un éxito no tener que utilizar el Photoshop.

SENSIBILIDAD. Escoger una sensibilidad que no supere 400, valor en ASA, ya que por encima de este valor suele perderse calidad del color. Esta limitación es para muchas de las cámaras compactas o réflex no actuales.

WB. Ajustar el Balance de Blancos es una acción rutinaria que debe de aplicarse antes de empezar  a capturar imágenes, esto puede ayudarnos mucho,  sobre todo para evitar que los elementos blancos o luminosos pierden nitidez. Para realizarlo correctamente se coloca la cámara en el ícono de White Balance, se capta una imagen de una superficie totalmente blanca (una hoja de papel), se vuelve al menú y se busca WB Personalizado y seleccionar la imagen en blanco. La cámara preguntará si estamos de acuerdo con esta selección. Decimos que sí. Y ya tenemos el balance hecho. Hay que tomar en cuenta que si cambiamos de escena (condiciones de luz) hay que volver a hacerlo.  En la serie de cámaras compactas esta función puede venir predeterminada pero en la Réflex conviene realizarlo manualmente.

 

 

 

 

 

 

FILTROS. Los filtros de la cámara son herramientas que casi no se aplican, sin embargo creo que son la solución para la mayoría de problemas de manipulación de color. Nos ayudarán a obtener colores más intensos en días muy nublados, muy soleados, con iluminación artificial. Debe escogerse el filtro adecuado para cada situación. Por ejemplo el filtro de sol sirve para saturar más los azules, pero no todas las fotos durante el día deben tomarse con este filtro. Si está nublado o entramos a un lugar cerrado, cambiaremos el filtro. Al utilizar los filtros se pierde el balance de blancos.

 

 

 

 

 

 

PROGRAMAS.  La cámara viene con una serie de programas que podemos utilizar: modo automático (A/P), manual (M), de prioridad en la apertura (AV), de prioridad en la velocidad de obturación (TV) y bulb (B). En el modo automático es la propia cámara la que hace la evaluación de la escena y determina la exposición (velocidad y apertura), esta opción es válida si las condiciones externas de luz son buenas, pero si no es así la cámara tiende a reducir la velocidad de obturación y ampliar el diafragma, lo que en la práctica genera que ante cualquier movimiento la imagen salga borrosa y sin profundidad de campo.

En el modo manual podemos elegir la velocidad y la apertura. A poder escoger, podemos estar más seguros de los resultados de cámara. En una escena deportiva debemos subir la velocidad (v) de obturación para congelar el movimiento. En un atardecer debemos cerrar la apertura (f) para conseguir mayor profundidad de campo.

En modo prioridad de apertura podemos predeterminar nosotros mismos la apertura, dejar fijo el valor en f y que la cámara nos dé de forma automática la velocidad de obturación. Esta opción es la adecuada si queremos asegurarnos el tipo de profundidad de campo que necesitamos.

El modo prioridad de velocidad de obturación permite justo lo contrario, garantizarnos la velocidad necesaria para el tipo de imagen que queremos obtener y que sea la cámara la que escoja la profundidad de campo, ya que esta varía en función de las condiciones de luz.Finalmente el modo bulb se suele utilizar para fotografía nocturna. Sirve para prolongar el tiempo de exposición y lograr obtener la saturación necesaria. Hace falta trípode o una base regular donde colocar la cámara, que evite la vibración.

 

 

 

 

 

 

FOTOGRAFÍA NOCTURNA. La lógica nos dice que a menor iluminación es mejor utilizar una mayor sensibilidad, pero esto puede producirnos problemas de ruido, lo mejor es no superar los 400 ASA. En las cámaras que poseen el modo manual es recomendable que el  número del f no supere el 11, para evitar la difracción de la luz.  Las cámaras traen una función que se llama reducción de ruido, es necesario colocarla en las fotografías nocturnas.

EL FLASH. Muchos de los fotógrafos profesionales tienen un recelo por el flash, a muchos no les gusta el resultado de color al utilizarlo, pero es una herramienta muy útil. Su buen manejo da resultados sorprendentes. Si se utiliza de forma directa puede que los objetos salgan bastante blancos y planos, pero si se utiliza de forma rebotada el efecto es satisfactorio. Puede rebotarse en una pared, en el techo o utilizando un difusor, que es un accesorio plástico de color blanco que se coloca en la parte superior de flash, que hace que la luz se filtre y se difumine. Las cámaras compactas tienen el problema de traer el flash incorporado, no hay forma de utilizarlo de forma indirecta. Un truco muy efectivo es colocar un celo sobre él, que funcione como un difusor, de esa forma la luz no incide de forma tan brusca en lo objetos. Este truco puede funcionar también para superficies reflectantes, como cristaleras o botellas.

LA COMPOSICIÓN. Más allá de la técnica utiliza, las buenas fotografías se caracterizan una buena composición. Las imágenes con fondos limpios, sin distractores son más atractivas y nos permiten una mejor  lectura, debemos cuidar bien el orden de los elementos dentro del plano y tomar en cuenta que donde se encuentra el punto de enfoque está el verdadero mensaje de la imagen.

EL ARCHIVO. El archivo de las imágenes es uno de los grandes problemas en el mundo de la fotografía digital, por su almacenamiento y por su organización. El mejor consejo es  colocar la fecha primero y luego el nombre. También es recomendable hacer una copia de la imagen antes de manipularla en el ordenador, porque en el futuro podemos arrepentirnos de haberle aplicado algún efecto del Photoshop.

De todas formas este tema del Photoshop, sus aciertos y sus desventajas, lo dejaremos para una próxima edición. Estén atentos.