La comunicación vs desarrollo de los pueblos

 

La comunicación es un derecho humano fundamental. No solo por sí misma, sino como herramienta para hacer posible que se cumplan otros derechos. Por lo tanto la comunicación para el desarrollo debe ser uno de los pilares fundamentales de la cooperación.

Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “cada persona tiene el derecho a la libertad de expresión y de opinión; este derecho incluye la libertad de tener opiniones sin interferencia y a recibir e impartir información e ideas a través de cualquier medio, sin que medien fronteras”.

Este artículo implica el reconocimiento de la comunicación como un proceso social que impacta la vida política, cultural y económica de las sociedades. Pero a pesar de la evidencia,  pocos proyectos de cooperación tienen en cuenta la comunicación como elemento vertebral o por lo menos integral del desarrollo.

Este tema, ni siquiera es nuevo. Ya en 1994 el escritor, académico y promotor de la Carta de Comunicación de los Pueblos, Cee J. Hamelink señalaba que, los derechos humanos proveen un marco universal de estándares para la integridad y la dignidad de todos los seres humanos. Este marco se encuentra basado en los principios de libertad, igualdad, equidad, solidaridad, inviolabilidad, inclusión, diversidad, participación y comunicación. En la misma línea, el Informe MacBride (1980) expresa que el derecho a comunicar es un pre-requisito para la realización de otros derechos humanos. Así, el derecho a comunicar va de la mano de la libertad de expresión, el derecho a la información y el acceso universal a las tecnologías y al conocimiento.

Precisamente porque los colectivos desfavorecidos suelen tener coartado este derecho y su voz no es reflejada ni los grandes medios de comunicación ni por los canales habituales de transmisión de información, se hace más necesarios los proyectos de comunicación para el desarrollo. Darles las herramientas necesarias a los ciudadanos, de aquí y de fuera de nuestras fronteras, para que tengan las capacidades adecuadas para transmitir sus inquietudes, necesidades y opiniones es fundamental para su desarrollo. Este es el objetivo principal de los proyectos de comunicación para el desarrollo, aunque después la comunicación también pueda ser útil como herramienta para lograr otros objetivos de los proyectos de cooperación como  mejorar la salud, la alfabetización o el acceso a los servicios básicos.

Personalmente yo soy de las que creen que además de la asistencia humanitaria, la ayuda de emergencia o la dotación de recursos físicos y humanos para que los pueblos se desarrollen, las condiciones de desigualdad que se viven tanto entre países del norte y del sur, como dentro de los propios estados, no se paliarán sin potenciar un cambio de mentalidad. Los niños y niñas tienen que crecer convencidos de la igualdad de derechos entre razas, creencias, sexos y capacidades. Esto solo se consigue con efectivas políticas de sensibilización, que actualmente están casi por completo en manos de las onegés, en vez de los propios estados.

Los proyectos de sensibilización tienen un componente pedagógico claro, pero también comunicativo. Algo que en el ámbito de las organizaciones no gubernamentales se obvia en numerosas ocasiones. Saber comunicar es tan importante como lo que se comunica. Además los proyectos de sensibilización no tienen por qué quedarse solo en el ámbito escolar, sino que es preciso hacer uso de ellos para ampliar el campo de acción. La imagen adecuada, el texto preciso, pueden ser muy útiles para la sensibilización y por otro lado, en los tiempos que corren, resultan más económicas que otro tipo de estrategias de sensibilización.

Ahora llegamos a otro punto problemático. Quién tiene que hacer este trabajo? Para bien y para mal, un comunicador. Ya que  un mensaje mal enfocado puede hacer mucho más daño que beneficio.

La teoría está muy bien y es necesaria, pero nada mejor que la práctica para demostrar la veracidad de lo que soporta el papel. Veamos algunos ejemplos de proyectos de comunicación para el desarrollo en solitario o integrados con otros.

En Otra Onda. Reinserción social en la cárcel de A Lama


 

 

 

 

 

La primera emisión de ‘En Otra Onda”, tertulia radiofónica realizada por internos del Centro Penitenciario de A Lama, Pontevedra  tuvo lugar el 11 de febrero de 2007. El aporte de este proyecto de comunicación y reinserción social para personas privadas de libertad fue reconocido en el 2008, por el Ministerio del Interior con la concesión del Merito Social Penitenciario. En este momento la emisora de A Lama tiene programación continua durante 12 horas y en ella tienen cabida desde debates, a programas de música o radionovelas. Según reconocen los propios internos este proyecto ha mejorado la  convivencia y el propio intercambio de experiencias entre las personas que cumplen condena. Las grabaciones se efectúan desde A Radio, emisora propiedad del centro penitenciario de A Lama, en el que una decena de internos trabajan por mantener una programación estable, tras ser capacitados por un equipo de la ONG Asociación Galega de Reporteros Solidarios (AGARESO) en el marco de un curso teórico/práctico que se celebra con carácter semanal.

La radio sirve para mejorar la autoestima de los internos, devolverles la capacidad de expresión y hacer de la convivencia dentro del centro, algo un poco más normalizado. En el centro penitenciario también se elabora una revista de prensa y un blog para que los internos puedan contar sus experiencias y sus familiares leerlas en la web.

 

Mejor que ellos mismos nos lo cuenten en este vídeo: En Otra Onda

Nómadas. Cine para todos

 

 

 

 

 

 

Nómadas es un proyecto de una ong peruana, integrada por cooperantes españoles y peruanos, que se dedican a llevar el cine a las personas que nunca han tenido acceso a él. Recorren las comunidades de la sierra y la costa peruana con una pantalla gigante hinchable y una mochila llena de películas latinoamericanas que abordan principalmente temas sociales. Suelen estar en los pueblos unas dos semanas y en paralelo a las funciones desarrollan  talleres de cine  para que los niños y niñas de estas comunidades aprendan a contar historias. Nómades ha estado en Pisco, en la zona del terremoto de 2007 o en las comunidades de frontera, dónde la cultura y el ocio parecen estar vedados. Además llevado a los cineastas latinoamericanos de vuelta a los lugares donde grabaron sus películas, para que la compartan con la gente que en algún momento cedió su pueblo para escenario de las historias. Para el director de Contracorriente, Javier Fuentes León, fue una gran experiencia  compartir su película, que cuenta la historia de dos homosexuales que ocultan su relación en un pequeño pueblo de la costa peruana, con los habitantes del pueblo donde se rodó y  debatir sobre lo que implica aún ser homosexual en las zonas rurales de Latinoamérica.

Radio El Salvador. Instrumento educativo

 

 

 

 

 

 

 

La ong Agareso desarrolló este año el primer proyecto de comunicación para el desarrollo en el exterior. Bajo el título Así suena el Bajo Lempa, un equipo de Agareso Radio recorrió en 18 días, 7 colegios e impartió talleres de radio a 140 escolares salvadoreños. En cada una de las escuelas, se grabó un programa de radio que, después de pasar por edición, se distribuyó en las distintas emisoras comunitarias de la zona. Todo ello en clave medioambiental, tratando de recoger y aportar una herramienta más al proyecto de capacitación y promoción de la pesca sostenible que las ong ACPP y Cordes están desarrollando en la zona. En este caso la comunicación para el desarrollo está integrada en un proyecto de cooperación con la finalidad de sensibilizar sobre la necesidad de preservar los recursos naturales existentes en este país centroamericano.

Auto retrato de mujer indígena

En el marco del Proyecto de educación para el desarrollo “Conociendo pueblos, acercando culturas” impulsado por cuatro ongs gallegas integradas en el proyecto Oxlajuj Tz´ikin en la Costa Sur de Guatemala surgió la posibilidad de realizar un taller de fotografía documental con mujeres indígenas cuyo resultado es la exposición “Mujeres Mayas Unidas, queremos aprender, queremos enseñar”. Esta muestra pretende acercar la vida y la realidad cotidiana de estas mujeres, creando un intercambio de experiencias Guatemala-Galicia, para romper la visión unidireccional, del norte hacia el sur, que suele predominar. Las mujeres indígenas han sido retratadas mil veces, pero pocas han podido definirse ellas mismas.  Para la realización del taller las mujeres contaron con su propia cámara de fotos, que quedaron al servicio de la comunidad para que sigan retratando su propia historia.

Finalmente me gustaría señalar otra cuestión, que si bien no puede ser considerada comunicación para el desarrollo, creo que debería formar parte también de los requerimientos que tienen las onegés o las agencias de cooperación internacional. Todos tienen el deber de contar lo que se hace con los fondos de cooperación, quiénes son los beneficiaros de los proyectos, qué tipo de desarrollo se está potenciando y si efectivamente esta ayuda supone un cambio para los países y comunidades que la reciben. Esto no es una cuestión menor, sino vital, para que los ciudadanos sigan creyendo en la cooperación y para que las organizaciones no gubernamentales tengan el respaldo social necesario para seguir haciendo su trabajo. ¿Alguna organización no gubernamental cree de verdad que es más efectivo abordar a los ciudadanos en plena calle para solicitarles que se hagan socios de sus entidades, en vez de contarles a través de las plataformas adecuadas el trabajo que hacen?